Observaciones Filosóficas - Aproximación a la Política y el quinismo en el proyecto de Sloterdijk: De “En el mismo Barco” a “Normas para el parque humano”
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art of articleart of articleAproximación a la Política y el quinismo en el proyecto de Sloterdijk: De “En el mismo Barco” a “Normas para el parque humano”

Lic. Carlos Reyes González  - Universidad Católica del Norte

Resumen
El presente artículo busca transparentar el programa filosófico contenido en el texto En el mismo Barco ensayo sobre Hiperpolítica de Peter Sloterdijk, bajo el supuesto de que la obra analizada representa el original sentido del autor para ejercer su filosofía: lo que en palabras del filósofo Español Germán Cano (prologador y traductor de varias de las obras de Sloterdijk), se constituye en su “particular programa quínico”.
Para ello analizaremos la figura introductoria con la cual el filosofo alemán parte su ensayo de 1993 (el prócer alemán Otto Von Bismark, y su enunciado conocido como “la política es el arte de lo posible”), cotejando esta interpretación con otros elementos que a nuestro juicio constituyen y fortalecen la tesis referida (analizando - por ejemplo - la polémica ocurrida con Normas para el parque humano), siempre bajo el supuesto de que el análisis referido, es esencial para adentrarse en la obra de tan polémico autor como lo es Peter Sloterdijk.

Abstract
The present article looks forward to reveal the philosophic program on the text On the same ship essay of the hyperpolitic of peter sloterdijk, under the assumption that the analyzed work represents the original meaning of the author on behalf to practice his philosophy: on words of the Spanish philosopher Germán Cano (prolog writer an also translator of many Sloterdijk work), it’s been constituted on his “particular chemistry program”.
On behalf of that we are going to analyze the introductory figure which the German philosopher starts his essay of 1993 (the German notable Otto von Bismark, on his enunciation knew as the “the politic is the art of the possible”), checking this interpretation with other elements which in our perspective they are part and also empowers the referred thesis (analyzing -for example- the controversy that happened on rules on the human park), always under the assumption that the referred analysis, it’s essential to get inside on the work of such a polemic author as it is Peter Sloterdijk.

Palabras Claves
Biskmark, Quinismo, Política e Hiperpolítica.

Keywords
Biskmark, Quinismo, Politic and Hiperpolitic.


En En el mismo barco, ensayo sobre Hiperpolítica,1 el filosofo alemán Peter Sloterdijk realiza una advertencia decisiva: “La tradición filosófica - desde Platón en adelante -, nos ha heredado un concepto de política, sometido en lo concreto a una racionalidad verticalista que funda sus principios en supuestos metafísicos, que en la modernidad, y luego de las dos grandes guerras mundiales, ya no tiene cabida”2; “el arte de lo posible”, fragmento Biskmarkiano introducido por el filósofo alemán al comienzo de su obra de 1993, sugiere revisar la posibilidad real de la política, tal y como ha sido llevada hasta nuestros días.3

De acuerdo con Sloterdijk, en cuanto uno se toma suficientemente en serio la propuesta de Bismark, aparecen en él connotaciones que conducen hasta las indagaciones de Platón acerca de las cualidades del hombre de Estado4 y hasta las preguntas aristotélicas sobre el fundamento de la capacidad de convivencia de los hombres en comunidad.5 Pero el descubrimiento de lo difícil que resulta mantener unidos a los hombres en ciudades y Estados para una vida buena en común no es, con seguridad, - destaca el filósofo - una exclusividad de los griegos.

Al historiar este tipo de asuntos hay que plantear un cierto decurso paralelo entre historia de los hechos e historia de los problemas y, consecuentemente, admitir que la conciencia de las posibles crisis y degeneraciones de lo político tiene un alcance histórico apenas menor que el de la propia historia real de las ciudades, los imperios y los reinados”.6

Sloterdijk, sugiere ir más allá de la asignación tradicional que vincula el comienzo de la política clásica con la aparición de la filosofía griega (y su consecuente relación histórica con el surgimiento de los grandes imperios),7 sino, por el contrario, sugiere partir por un comienzo nuevo y anterior del adquirido de las tradiciones científicas habituales.8

Propone, dividir la historia de la humanidad en tres grandes conformaciones humanas, partiendo por aquellas agrupaciones anteriores al periodo de los asentamientos civilizatorios: aquel periodo de grupos humanos nómadas,9de cazadores recolectores, que Sloterdijk define como el primer momento de las conformaciones políticas: “la paleopolitíca” o el arte de lo posible en menor escala.10

Posteriormente, y solo como segundo momento de su clasificación etnopolítica, define a la “política clásica”, como aquel periodo de las altas culturas” (Hochkulturen),11donde Platón y Aristóteles juegan un rol fundamental para poner un techo metafísico que vincula a la política con elementos fijos, como la patria, o la tierra.12 Para finalmente concluir con un tercer momento, la “Hiperpolítica”, periodo que caracteriza la situación política actual y su consecuente dificultad para mantener el enunciado Bismarkiano utilizado por el autor como Introito.

Ahora bien, para comenzar con una interpretación a nuestro juicio más certera del texto a analizar, cabe hacer mención, lo que para nosotros refleja la elección de la Figura de Biskmark en el ensayo de 1993.

Otto von Biskmark era un conocido estadista Alemán, de fines del siglo XIX, activo participante en la unificación de Alemania en tiempos del segundo Reich13, y es considerado además, uno de los precursores de la creación del Estado Alemán moderno, desde presupuestos autoritarios, antiparlamentarios y nacionalistas.14 Este prócer alemán, es considerado el precursor de los caracteres más modernos de la política imperialista alemana y es calificado por muchos politólogos como un icono significativo de la “política de Estados” en la era moderna.15

No es necesario profundizar en las implicancias que los imperialismos han tenido, no sólo para la historia de Alemania, sino también, para la historia europea en general. Baste recordar las consecuencias que los fascismos - como el Nacional Socialismo - han generado en Europa, y las secuelas que estos hechos han tenido en las grandes ideologías del siglo recién pasado.16 Buen ejemplo de ello lo constituye la interpretación que realiza Sloterdijk en Crítica de la razón cínica17 a la corriente filosófica llamada como “Teoría Crítica”,18 la que define como “ciencia melancólica”19:

Desde un punto de vista político y Neurológico, esta perspectiva se fundamenta en una actitud de reproche, mescla de sufrimiento, desprecio e ira contra todo lo que tiene poder (…) inspirándose en un arcaico <no> al mundo del padre, el de los legisladores y los negociantes. Su prejuicio viene a decir que de este mundo solo puede salir poder perverso contra todo lo vivo. Y aquí estriba el estancamiento de la Teoría Critica. El efecto de ofensiva (…) hace tiempo que se ha agotado. El elemento masoquista ha superado al creativo”.20

Cabe señalar, que Sloterdijk perteneció en sus primeros años de filósofo a este movimiento (también llamado como Escuela de Frankfurt), pero sin embargo se separa definitivamente de éste en el año 1983, luego de la publicación de su obra referida anteriormente.21

Pero, volviendo a nuestro asunto ¿por qué la elección de una figura tan polémica para la historia alemana como lo fue Otto von Bismark?

A nuestro parecer la figura del dictador alemán utilizada aquí por Sloterdijk, no cumple sólo la función literaria de preámbulo para lo que se desarrollará más adelante en el texto En el mismo barco, sino que además, refleja para nosotros, el modo programático del filósofo alemán para posicionar su filosofía. Como afirma el filosofo español Germán Cano22 “Sloterdijk fiel a su insolente programa quínico bosquejado en Crítica de la Razón cínica, pretende instalar sus asuntos”.23

Según Cano, las reflexiones de Sloterdijk no pueden considerarse sin prestar atención a la definición de “Quinismo” 24 que el filosofo alemán realiza en su obra anterior a En el mismo Barco, pues como refiere en el prologo de Experimentos con uno mismo, conversaciones con Carlos Oliveira (obra posterior a los dos texto referidos anteriormente) los argumentos de Sloterdijk siempre buscan posicionarse hurgando la “herida restañada” de nuestro presente.25No puede entenderse –afirma el filósofo español- la “filosofía experimental” de Sloterdijk sin esta “pedagogía crítica de la provocación”:

(…) pues, arrostrar esa situación de fragilidad cultural en la que se encuentra el hombre moderno, no temer al contagio de sus “neurosis epocales”, en síntesis, probar sus amargos venenos en busca de antídoto, no es más que el reflejo de que para Sloterdijk (…) arrostrar la avalancha es preferible a huir o refugiarse en argumentos de buena voluntad”.26

Esta afirmación que sugiere interpretar a Sloterdijk como un pensador “quínico” -, es considerada por nosotros como una mirada plausible para entender al autor de En el mismo barco, y será considerada como hipótesis directriz del presente trabajo.

Cabe señalar, que no es primera vez que Sloterdijk hace uso polémico de representaciones provocadoras que remiten a hechos incómodos de la cuestionada historia de su país. Un buen ejemplo de ello es el debate de Sloterdijk con Habermas – propiciado por el polémico texto publicado cinco años después que En el mismo barco denominado Normas para el parque humano. Una respuesta a la carta sobre el humanismo de Heidegger27, en donde este último acusa a Sloterdijk de levantar los fantasmas del Nacional Socialismo al emplear conceptos como “domesticación del animal humano” y “eugenesia”; o en un plano ya más academicista, de permitirse el autor - como se verá más adelante - entablar diálogos con figuras siempre veneradas para la historia del pensamiento alemán de la talla de Martín Heidegger o de Friedrich Nietszche.

Haciendo un breve paréntesis a lo que nos proponemos, vale aclarar que La Carta sobre el humanismo,28es un obra de Heidegger, que responde a una carta enviada por su alumno francés Jean Beaufret, en la que le pregunta: ¿Cómo dar un nuevo sentido al Humanismo? en directa relación a los “ismos” imperantes en periodos de la post guerra (el marxismo, el existencialismo y el cristianismo). Esa respuesta es publicada en el año 1947 bajo el nombre anteriormente referido.29

Lo relevante es que esta discusión es retomada por Sloterdijk - a partir de nuevas perspectivas - en su conferencia pronunciada, primero en Basilea, en junio de 1997, en el contexto de un ciclo literario sobre la actualidad del humanismo, y después, con reducidas modificaciones, en el castillo de Elmau, Baviera, en julio de 1999, en el marco del Simposio Internacional Jenseits des Seins / Exodus from Being / Philosophie nach Heidegger, que formó parte de una serie de Simposios acerca de La filosofía en el final del siglo (Philosophie am Ende des Jarhunderts), cuya publicación envuelve a Sloterdijk en una famosa polémica alrededor de las posibilidades de la técnica moderna de intervenir en el desarrollo futuro de la especie humana.30

Lo interesante es destacar, que esa vinculación de Sloterdijk con la técnica, y su legitimidad epistemológica que el filósofo alemán le asigna para su concepción filosófica de la humanidad,31 es también anunciada en varios textos anteriores a su conferencia de Basilea, de entre los cuales destaca el texto En el mismo Barco, ensayo sobre Hiperpolítica. Sin embargo, este último no logra el revuelo mediático que su posterior discurso en torno a la Carta de del humanismo Heidegger.

Ahora bien, las posibles razones por la cual el primero no logra el impacto del segundo (razones que no nos proponemos analizar aquí) no es suficiente como para no asumir que ambos textos responden a un mismo modo programático de realizar la puesta en escena de las ideas del filosofo alemán. Esto, pues – como ya hemos afirmado - la figura de Biskmark, no representa para nosotros sólo el significado inocentemente introductorio para dirigir el desarrollo de lo que sigue en su ensayo de 1993; sino mas bien, y al igual como las figuras de Nietzsche y Heidegger tienen en su discurso de Basilea, son figuras elegidas con conciencia por Sloterdijk para lograr lo que en sus propias palabras define como “echar a girar la rueda de la crítica”:

Son los heridos graves de la cultura los que con grandes esfuerzos encuentran algunos remedios curativos y hacen girar la rueda de la crítica (…) la herida de Rosseau, la herida de Schelling, la herida de Heine, la herida de Marx, la herida de Kierkegaard, la herida de Nietzsche (…), la herida de Freud, la herida de Heidegger (…) Y de la auto curación de las grandes heridas surgen criticas que sirven a las épocas de puntos de reunión de la autovivencia. Toda crítica es trabajo de pioneros en el dolor epocal y una pieza de curación ejemplar”.32

El “Quinismo” como concepto, es utilizado por Sloterdijk en su Crítica de la Razón Cínica, para distinguir el Cinismo antiguo (Fundado por Diógenes de Sínope y otros pensadores que se llaman a sí mismos como filósofos perrunos o “secta del perro”) del cinismo moderno (“cinismo”), que incluye a Nietzsche, a los hippies y a los posmodernos; todos estos despreciadores de los convencionalismos de su tiempo, pero con la distinción que las cosas que aceptan y desprecian son diferentes, tanto por el cambio de situación histórica, como por la forma de ejercitar la crítica.33

Lo relevante es destacar que Sloterdijk ve en el quinismo una particular forma de ejercitar el verismo, que tanto los antiguos como algunos modernos mantienen intacto; una suerte de estrategia y táctica combinadas, de sospecha y de desinhibición a la vez, donde la insolencia juega un rol relevante:

El antiguo quinismo es, al menos en su origen griego, insolente por principio. En su insolencia hay un método digno de descubrirse. Injustamente, este primer y real materialismo dialectico, que también era un existencialismo, se considera y, consiguientemente, se pasa por alto, frente a los grandes sistemas de la filosofía griega (Platón, Aristóteles y la Stoa), como un mero juego satírico, como episodios a mitad de camino entre la diversión y la porquería. En el Kynismos se encontró una forma del argumentar con la que el pensar serio hasta el día de hoy no sabe qué hacer.34

Cabe señalar que, Sloterdijk, en ningún momento se define a sí mismo como “quínico”, “cínico” o “neo-cínico”,35 sin embargo la afirmación de Cano nos parece plausible para comprender, no solo a En el mismo barco, sino también casi la mayoría de sus obras posteriores a Critica de la Razón Cínica,36pues como afirma el filosofo español, los argumentos de Sloterdijk “parecen querer situarse siempre en el centro polémico de las contingencias más actuales de la modernidad”.37

En por este motivo que nos parece legítimo argumentar que el uso que Sloterdijk asigna a la figura de Biskmark, pertenece precisamente a su método programático de hacer filosofía, esto es, a través de la provocación y la insolencia elegir figuras corrosivas para el posicionamiento de su “pensamiento experimental”38 y de esta manera aguardar, y luego interpretar las consecuencias que sus desafíos generan en el circulo mediático. Pues – reiteramos: ¿de qué otra manera se puede explicar la introducción de tan polémico personaje al principio del texto? ¿Acaso para reintroducir la idea Platónica del ejercicio político como un “arte” 39, y no como una ciencia política, al estilo de cómo suele denominársele hoy?

Es interesante destacar que Sloterdijk, sí define de esta manera a Nietzsche, quien según refiere el autor, se proclamaba a sí mismo como un cínico:

La decisiva auto designación de Nietzsche, a menudo pasada por alto, es la de <cínico>. Con ello, él se convirtió, junto con Marx, en el pensador más influyente del siglo. En el cinismo de Nietzsche se presenta una relación modificada del acto de <decir la verdad>: es una relación de estrategia y de táctica, de sospecha y de desinhibición, de pragmatismo e instrumentalismo, todo ello en la maniobra de un yo político que piensa en primer y último término en sí mismo, que interiormente transige y exteriormente se acoraza.”40

Es, tal vez, de un modo programático similar al de Nietzsche con que el filosofo español Germán Cano visualiza la filosofía insolente de Peter Sloterdijk. Con la salvedad, de que hay principios y perspectivas filosóficas que distinguen las apuestas de ambos autores.41

Esto se justifica si se considera que Sloterdijk perfectamente pudo comenzar su ensayo de “Hiperpolítica”, utilizando al primer filósofo en mencionar a la política como un arte. Fue Platón quien por primera vez define a la política como un arte y de él se desprenden las posteriores definiciones hasta los días de Bismark.

En su texto Político,42 el filósofo griego - empleando la figura literaria del dialogo43 - define a la política como “el arte de ocuparse de los rebaños” o “el arte de atender a los rebaños” con el propósito de intentar situar una clasificación filosófico-ética del arte político como “el arte del saber guiar”.44 Sloterdijk no comienza su ensayo con el filósofo griego, sin embargo, en la segunda parte de éste, la que titula como “Atletismo de Estado, sobre el espíritu de la megalopatía”45 le dedica un amplio espacio para revisar “el mito de la reversión periódica del universo” (fábula utilizada por Platón para justificar la vinculación del hombre con la tierra), y a la instauración de lo que Sloterdijk llama metafísica megalopática:

De entre todas las culturas superiores la filosofía griega es, en este sentido, la institución más claramente motivada por el espíritu de lo grande (…) Entre los varones Griegos comenzó en tiempos de Heráclito y Platón un juego del más alto nivel (…) ahora bien si megalómano es el hombre que se mete en grandes cosas (…) ¿Cómo debe denominarse a quienes, una vez que se han hecho cargo de las grandes cosas, ya no la abandonan nunca jamás? Propongo llamarlos megalópatas”.46

Interesante es destacar también (fortaleciendo la vinculación entre su ensayo En el Mismo Barco con su discurso Normas para el parque humano) que de hecho, esta misma idea Platónica del político como “pastor de rebaño”, es retomada por Sloterdijk en el discurso de Basilea (y posteriormente en el Castillo de Elmau Baviera), aunque, esta vez, bajo un prisma diferente. Ocupando la idea Nietzscheana, del hombre como animal bajo influjo,47 desarrolla la idea de que “el humanismo amansa”, y por tanto, la posibilidad de la domesticación humana se devela como uno de los componentes fundamentales (aunque solapado) del programa humanista.48 De ahí derivan las acusaciones más arriba descritas, destacando también la elección provocativa del filósofo alemán al utilizar las figuras de Heidegger y Nietzsche (del primero al contestar su carta, con ánimos claramente descontextualizadores49 y del segundo, de quien extrae una de sus tesis más polémicas “el hombre como animal bajo influjo”).50

Es en este mismo sentido que a nuestro parecer, la figura del dictador alemán – Bismark - es elegida por Sloterdijk, en En el mismo barco, con el propósito de situar su ensayo en un contexto mucho más presente y contingente a su propia situación política, y de paso, intentar encender por primera vez la mecha de la polémica historia imperialista alemana.51

La elección de Bismark - como elemento provocativo -, nos parece plausible para comprender la practica Sloterdjkiana (que busca remover tradiciones conceptuales a través de estas figuras corrosivas de la historia alemana), para de esta manera – con su particular forma de practicar la crítica- provocar “movimientos” en las comprensiones políticas actuales y, situar la discusión en escenarios a su juicio mucho más urgentes y contingentes a la situación de crisis que el arte de la convivencia está teniendo en la modernidad.

Cuando pensamos en “contingencia”, no nos referimos a las situaciones políticas actuales (movimientos principalmente juveniles como el movimiento español de indignados del 15-M- o las marchas estudiantiles de México, Colombia y Chile), sino específicamente a las ideas centrales contenidas en el texto de 1993; las cuales, si bien, no se enmarcan en tiempos tan convulsionados socialmente como el actual (pues fue escrito hace dos décadas atrás), si se presentan como pertinentes para una lectura atingente a estos acontecimientos socio-revolucionarios.

Nos referimos, más precisamente, a la condición política decadente que Sloterdijk declara en su ensayo de 1993. Caracterizada ésta por un individualismo burgués en ascenso, que tanto las políticas neoliberales como las sociedades del bienestar están generando en la modernidad; la necesaria discusión que propone el autor en torno al tema educativo de la selección y cría en un mundo vaciado de valores (tema que aunque se presenta más explicito en Normas para el parque humano se percibe latente en En el mismo barco); el holismo exagerado y epistemológicamente sospechoso del mundo globalizado (en directa alusión a Tratado de Mastrich y a la coalición de Estados Europeos)52, y, por último, y como síntoma de todo lo anterior, la vinculación hoy debilitada entre política y Estado. Pues para Sloterdijk, y en relación a todo lo anterior, el Estado se ha convertido “en un castillo de arena, donde el escepticismo muerde con voracidad todas las estructuras de apariencia sólida”.53



Carlos Reyes González
Licenciado en Psicología en la Universidad Católica del Norte - Chile.
Desarrolla su Tesis de Magíster en Filosofía en el Instituto de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.



BIBLIOGRAFIA
Del autor:
SLOTERDIJK, Peter. En el mismo barco, Ensayo sobre la hiperpolítica. Ediciones Siruela, Madrid, 1994.
SLOTERDIJK, Peter. Critica de la razón cínica, Ediciones Siruela, Madrid, 2003.
SLOTERDIJK, Peter. Experimentos Con Uno Mismo. Una Conversación con Carlos Oliveira. Pre-textos, Valencia. 2003.
SLOTERDIJK, Peter. Normas para el parque humano, una respuesta a la Carta sobre el humanismo de Heidegger. Madrid: Ediciones Siruela, 2000.
SLOTERDIJK, Peter. Esferas I, burbujas. Ediciones Siruela, Madrid, 2003.

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KREBS, Ricardo. Breve historia Universal. Editorial Universitaria, Santiago. 1982.
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NIETZSCHE, Friedrich. Crepúsculo de los ídolos. Alianza Editorial, Madrid, 1973, p. 72.
PEREZ-EMBID Florentino. Forjadores del mundo contemporáneo. Colección de Biografías. Editorial Planeta, Barcelona. 1971.
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VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo. Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización. Colección Novatores, Nº 28, Editorial de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia, España, 2008.


Recibido: 12 de junio de 2012

Aprobado: 29 de julio de 2012


1 SLOTERDIJK Peter, En el mismo barco, Ensayo sobre la hiperpolítica. Ediciones Siruela, Madrid, 1994.
2 Ibíd. pp. 22-23.
3 Una de las principales críticas que realiza Sloterdijk a la conceptualización política moderna, es la idea de que pese a estar en tiempos post metafísicos, la modernidad aun hoy actúa haciendo uso de elementos metafísicos que no se asumen como tales. La metafísica - siguiendo la conceptualización Sloterdjkiana en su texto En el mismo barco -, fue útil en tiempos grecorromanos para unificar a una gran cantidad de familias que previamente funcionaban en la lógica de las hordas y los clanes. La figura del trasatlántico como icono de la política actual (la “Hiperpolítica”), refleja el sobredimensionado intento de querer unificar lo que es casi imposible. El prefijo “hiper” al cual Sloterdijk recurre para su teoría diagnostica de la situación presente refleja precisamente este paroxismo de la complejidad. “La política, así entendida, se ha convertido hoy en una fatalidad que requiere volver a ser pensada”. Ibíd. p 76.
4 Sloterdijk recurre principalmente a dos de sus obras: La Republica y El Político. Ambos textos, pese a utilizar alegorías diferentes (la de la caverna en el primero y la del pastoreo y la urdimbre en el segundo), no son contradictorios y mantienen la esencia de lo que Platón define como Política. Sin embargo, hay autores que prefieren comprender esta relación incorporando un tercer texto El Sofista, argumentando que esta trilogía responde efectivamente a la posición política del filósofo griego. E incluso, habría una cuarta obra (El Filósofo) que no alcanzó a ser escrita por Platón la cual habría constituido la tetralogía definitiva. Para profundizar en esta relación se sugiere el artículo de Rafael Ballén. “Estudio sobre el político de Platón”. En Revista Diálogo de Saberes, Investigaciones en derecho y ciencias Sociales, N° 22. Editores Universidad Libre, Bogotá, Colombia. 2005.
5 Es interesante destacar acá la conceptualización aristotélica de comunidad o pueblo como un conjunto de familias, elemento que Sloterdijk va a considerar para su reinterpretación al concepto de política, particularmente a la “paleopolitíca”, la que caracteriza como un conjunto de clanes u hordas. En su Política, Aristóteles señala lo siguiente respecto a esto: “es el pueblo, que justamente puede llamarse colonia natural de la familia, por que los individuos que componen el pueblo, como dicen algunos autores, <han mamado la leche de la familia> son sus hijos, <los hijos de sus hijos>”. AROSTÓTELES, La política. Ediciones Colección Austral. Espasa Calpe. España. 1983. p. 22.
6 SLOTERDIJK Peter, En el mismo barco, Ensayo sobre la Hiperpolítica. Ediciones Siruela, Madrid, 1994. P. 14.
7 La historiografía en general coincide con asociar la aparición de la política con el periodo de los asentamientos humanos y la aparición de los grandes imperios (Egipto, Mesopotamia, Grecia y Roma); descartando, en consecuencia, que las conformaciones humanas anteriores a las del periodo agrícola (prehistoria o paleolítico) presenten criterios suficientes como para ser consideradas como sociopolíticas. Un buen ejemplo de ello se encuentra en la definición que el historiador Manuel Ballesteros realiza al periodo referido, definiéndolo como: “aquel periodo que comprende el desarrollo primitivo de la humanidad antes de la aparición de las primeras conformaciones políticas”. BALLESTEROS Manuel. Historia Universal. Editorial Gredos. Madrid, 1983. p. 15.
8 Entiéndase estas como las disciplinas antropológicas validadas por los círculos científicos e historiográficos actuales. Según Ballesteros estas pueden ser clasificadas en tres grandes ramas. 1) las Antropológicas. En donde se incluye, la sociología, la psicología de grupos, la paleoantropología e incluso la genética. 2) Las Ciencias Enológicas. En donde se incluye exclusivamente a la etnografía y la etnología. 3) Ciencias Naturales. Que considera a la Geología y la Paleontología. Ibíd. pp. 16-19.
9 Un pueblo es nómada cuando no tiene un territorio fijo como residencia permanente, sino que se desplaza con frecuencia de un lugar a otro. El nomadismo designa una de las más antiguas formas de subsistencia y desarrollo humano y es objeto de estudio de la historia, la antropología, la arqueología, la sociología y la etnografía. Estas ciencias coinciden en que es gracias al nomadismo que se pobló el planeta durante milenios “y gracias al mismo que la humanidad sobrevivió y se adaptó a fenómenos naturales como las glaciaciones o territorios hostiles como los desiertos”. KREBS Ricardo. Breve historia Universal. Editorial Universitaria, Santiago. 1982. p. 7.
10 SLOTERDIJK Peter, En el mismo barco, Ensayo sobre la hiperpolítica. Ediciones Siruela, Madrid, 1994. p. 36.
11 Hochkulturen (Hoch = Alto, Kulturen = culturas), “Altas Culturas”. Traducida por Fontán del Junco como “culturas superiores”: Sin embargo, nos parece más precisa la primera traducción (Altas culturas) pues como destaca Martin Gaitero de esta manera se respetas la forma tradicional con la cual las ciencias antropológicas definen a las culturas del viejo mundo como Egipto y Mesopotamia. Sloterdijk va a considerar esta denominación, pues precisamente uno de los propósitos que se perciben en su ensayo de 1993, es contrarrestar las definiciones antropológicas tradicionales. MARTÍN GAITERO Rafael. “En el mismo barco. Ensayo sobre la hiperpolítica P. Sloterdijk. Traducción de Manuel Fontán del Junco, Madrid, Siruela, 1994 o la dificultad de la exactitud”. En Hieronymus Complutensis, N° 3. Editorial Centro Virtual Cervantes. Madrid. 1996. p. 124.
12 El término que utiliza Sloterdijk es die Heitmat, cuyo significado literal es patria o pueblo natal. Tal como su sinónimo die Vaterland (Vater = padre, land = patria), que resulta aun más literal a la traducción española de patria, pues en ambos términos se encuentra una alusión directa a la familia, a la tierra donde habita la familia. Sin embargo, hay que advertir que Sloterdijk no utilizará el segundo término, pues como se advierte en casi toda su obra Sloterdijk juega con una filosofía del parto, por tanto matriarcal y no patriarcal.
13 Reich hist. Denominación de los períodos de gobierno imperial en Alemania. Existen tres Reichs: el Primer Reich o Sacro Imperio Romano Germánico, que comprende desde Otón I hasta la Paz de Westfalia (962-1648); el Segundo Reich, desde la proclamación del Imperio alemán en Versalles hasta el fin de la Primera Guerra Mundial (1871-1918); y el Tercer Reich (1933-45) modelado a partir del proyecto político del partido nacionalsocialista liderado por Adolf. Hitler
14 PEREZ-EMBID Florentino. Forjadores del mundo contemporáneo. Colección de Biografías. Editorial Planeta, Barcelona. 1971. p. 631.
15 Ibíd.
16 Sloterdijk profundiza en esto último en varias de sus obras, siendo particularmente emblemática, su Critica de la Razón Cínica. En ella Sloterdijk dedica amplio espacio a la situación socio-histórica de su país, - particularmente al periodo denominado como la República de Weimar (periodo posterior a la Primera Guerra mundial, que se caracteriza por una gran inestabilidad política, económica y social)-, y las consecuencias que las dos grandes guerras mundiales han generado en el pensamiento político alemán. Sloterdijk lo llama “Síndrome de Weimar”. SLOTERDIJK Peter, Critica de la razón cínica, Ediciones Siruela, Madrid, 2003. pp. 553-561.
17 Obra publicada 10 años antes a la aparición de En el mismo Barco, la cual se ha constituido en la obra prima de Peter Sloterdijk.
18 En filosofía, se denomina Teoría Crítica al cuerpo teórico principal de los filósofos - y otros pensadores de diferentes disciplinas - adscritos a la Escuela de Frankfurt: Theodor Adorno, Walter Benjamin, Max Horkheimer, Herbert Marcuse, Jürgen Habermas, Oskar Negt o Hermann Schweppenhäuser, Erich Fromm, Albrecht Wellmer y Axel Honneth entre otros. “Esta corriente tuvo como principal propósito ampliar el concepto de razón reinante, de manera que el pensamiento se liberara de los límites impuestos por el mercado, la práctica empirista, y de una visión objetiva (positivista) de la realidad”. GIANNINI Humberto. Breve historia de la filosofía. Editorial Catalonia. Santiago de Chile. P. 379.
19 <<La filosofía se mantiene en estado virulento todavía hoy, lo cual se debe sin duda a los resultados de su capacidad para hacer amigos a través del texto. De allí que escribir libros sea una empresa telecomunicativa claramente post-pesimista. De allí que Sloterdijk haya propiciado un cambio en el estado de ánimo de la Filosofía y en su formas de comunicación. Apoyado en una lectura muy potente de Nietzsche, este alemán crítico de la teoría social y mediática frankfurteana, denuncia el carácter nocivo de lo que denomina la "ciencia melancólica". “En el siglo XIX, en literatura, música e incluso en el campo de las ideas, se había desarrollado el sentido del entretenimiento a través del anuncio del terror. Tras la guerra, la situación general del pensamiento propició la vuelta a lo gótico en el plano teórico. Ya en su primer libro, Crítica de la razón cínica, Sloterdijk rompió con esa estrategia de la fraternidad del terror”.>> VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización. Colección Novatores, Nº 28, Editorial de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia, 2008. Prólogo.
20 SLOTERDIJK Peter, Critica de la razón cínica, Ediciones Siruela, Madrid, 2003. P. 25.
21 A este respecto el Filosofo Chileno Adolfo Vásquez Rocca señala “Crítica de la razón cínica puede leerse también como una puesta al día de la Dialéctica de la Ilustración de Adorno y Horkheimer. No se trata ya del nihilismo en ascenso, ni la metamorfosis de la razón en nuevo mito ni, mucho menos, del dominio de la razón instrumental lo que Sloterdijk describe y denuncia, sino el cinismo difuso de nuestras sociedades exhaustas. Ese “nuevo cinismo” que se despliega como una negatividad madura que apenas proporciona un poco de ironía y compasión, pero que finalmente desemboca en la desesperanza. Un cinismo que Sloterdijk define como “falsa conciencia ilustrada”: la de quienes se dan cuenta de que todo se ha desenmascarado y pese a ello no hacen nada, la de quienes se dan cuenta de que la escuela de la sospecha tampoco ha servido de mucho”. VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización. Colección Novatores, Nº 28, Editorial de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia, España, 2008. Pp. 12-13.
22 Filosofo Español, traductor y prologador de varias de las obras de Sloterdijk, entre ellas, Der Denker auf der Bühne. Nietzsches Materialismus (El Pensador En Escena, El materialismo de Nietzsche) y Selbstversuch: Ein Gespräch mit Carlos Oliveira (Experimentos Con Uno Mismo. Una Conversación con Carlos Oliveira).
23 Esta enunciación es presentada en más de una oportunidad por el filósofo español Germán Caco Cuenca. Así por ejemplo, en su artículo titulado “Sloterdijk y la Crítica de la Razón Nihilista” - que posteriormente constituirá el prologo que realiza a la traducción del texto de Sloterdijk titulado Der Denker auf der Bühne. Nietzsches Materialismus (El Pensador En Escena, El materialismo de Nietzsche) - señala lo siguiente: “Fiel al insolente programa “quínico” bosquejado en Crítica de la razón cínica, la intención de Sloterdijk es rescatar a Nietzsche de una atmósfera académica que conserva y venera sus “clásicos” en lugar de actualizarlos desde el presente (…) Una mirada más atenta percibe cómo los argumentos de Sloterdijk parecen situarse en el centro polémico del problema de la modernidad”. CANO Germán. “Sloterdijk y la Crítica de la Razón Nihilista”. En Turia Revista Cultural, N° 55-56. Año 2001. P. 22.
24 Concepto utilizado por Sloterdijk en su Crítica de la razón cínica, para distinguir el antiguo cinismo - el del insolente Diógenes de Sinope – (el cual es denominado como “quinismo”), del cinismo actual o moderno (el cual mantiene el nombre de “cinismo”). “Quinismo” y “cinismo” son dos conceptos parónimos y contrapuestos que se desarrollan a lo largo de toda la obra referida. Posponemos la explicación de esta distinción para las páginas posteriores.
25 CANO Germán. “Como habitar en tiempos volcánicos, la sismología del espíritu de Peter Sloterdijk”. Prologo a la traducción de Selbstversuch: Ein Gespräch mit Carlos Oliveira (Experimentos Con Uno Mismo. Una Conversación con Carlos Oliveira), En SLOTERDIJK Peter. Experimentos Con Uno Mismo. Una Conversación con Carlos Oliveira. Pre-textos, Valencia. 2003. p. 11.
26 Ibíd.
27 SLOTERDIJK, Peter. Normas para el parque humano, una respuesta a la Carta sobre el humanismo de Heidegger. Madrid: Ediciones Siruela, 2000.
28 HEIDEGGER, Martin. Carta sobre el humanismo. Taurus Ediciones, Madrid. 1959.
29 “Tan distintas como pueden ser estas formas de humanismo, según finalidad y fundamento, según la manera y los medios de la respectiva realización, según la forma de su doctrina, coinciden empero en que la humanitas del homo humanus se determina con respecto a una interpretación ya fija de la naturaleza, de la historia, del principio del mundo, es decir, del ente en el todo”. Ibíd. p. 16.
30 CORDUA, Carla, Sloterdijk y Heidegger; La recepción filosófica, Ediciones Universidad Diego Portales, Santiago de Chile. 2008. p 157.
31 La vinculación del hombre y la técnica es una conjunción inherente del desarrollo evolutivo de la especie humana para Sloterdijk, desarrollo que el filosofo denominará en su texto En el mismo barco como “antropogénesis”: “el milagro de la repetición del hombre por obra del hombre”. SLOTERDIJK, Peter. En el mismo barco, ensayo sobre Hiperpolítica. Editorial Siruela, Madrid. 1994. p.25.
32 SLOTERDIJK Peter, Critica de la razón cínica, Ediciones Siruela, Madrid, 2003. P. 28.
33 Respecto a su forma, Sloterdijk critica el periodo moderno por considerarlo como inactivo respecto de sus propósitos. Pues en tiempos en donde después de Nietzsche ya todo se ha desenmascarado, las desilusiones y los desencantamientos están a la orden del día. “(…) nunca fue tan fuerte la inclinación del impulso critico a dejarse dominar por sordos estados de desaliento”. Ibíd. P. 21.
34 Ibíd. P. 175.
35 Designando de esta última manera a Nietzsche quien, según refiere Sloterdijk, si se definía a sí mismo como cínico (redefinido por Sloterdijk como neo-cínico o pensador de la ambivalencia). Ibíd. P. 17.
36 Sea un buen ejemplo el ya mencionado Normas para el parque humano o su reciente trilogía Esferas, que ya en su forma de expresión y figuras argumentativas, presenta a nuestro juicio un estilo estilístico que trasgrede los modelos de análisis tradicionales del pensamiento filosófico. Para esto ver: SLOTERDIJK, Peter. Esferas I, burbujas. Ediciones Siruela, Madrid, 2003.
37 CANO Germán. “Sloterdijk y la Crítica de la Razón Nihilista”. En Turia Revista Cultural, N° 55-56. Año 2001. P. 22.
38 En su obra Experimentos Con Uno Mismo publicada en alemán el año 2000, Sloterdijk hace uso de la jerga médica para ahondar en la idea programática de una filosofía como laboratorio experimental, donde se someten a prueba los saberes reinantes de la contingencia (que como organismos vivos se defienden inmunológicamente ante la posibilidad de su derogación) y analizar las consecuencias de estos movimientos provocados. SLOTERDIJK Peter, Experimentos Con Uno Mismo. Una Conversación con Carlos Oliveira, Editorial Pre-textos, Valencia, 2003.
39 En una entrevista realizada por Daniel Camper en la revista española Letras Libres el filósofo alemán decía: “Soy partidario de una filosofía poetizada que recibe su luz de las palabras mismas. En el Renacimiento, después de que fueran consideradas casi como un estorbo para el pensamiento, las palabras son redescubiertas como cuerpos opacos o con propia luz en los cuales se lleva a cabo propiamente el filosofar”. GAMPER Daniel, “Entrevista con Peter Sloterdijk”. En Letras Libres, N° 27. Editorial España, Madrid. Diciembre del 2003.
40 SLOTERDIJK Peter, Critica de la razón cínica, Ediciones Siruela, Madrid, 2003.p 16.
41 Respetando con ello la propuesta Sloterdjkiana de que al igual que el quinismo y el cinismo responden a necesidades históricas diferentes, la filosofía de Nietzsche y la suya también.
42 PLATON, Político. Editorial Gredos. Madrid, 1992.
43 Dialogo que se da entre el Joven Sócrates (quien actúa como moderador) y el Extranjero de Eléa. También existen otros tres personajes más que casi no intervienen en la historia (Teeteto, Teodoro y Sócrates).
44 PLATON, Político. Editorial Gredos. Madrid, 1992. p. 541.
45 SLOTERDIJK, Peter. En el mismo barco, ensayo sobre Hiperpolítica. Ediciones Siruela, Madrid, 1994. Pp. 36-64.
46 Ibíd. Pp. 39-40.
47 Esta tesis es referida por Nietzsche en varias de sus obras, pero es especialmente tratada en el apartado séptimo de su obra Crepúsculo de los ídolos, publicada en 1889, específicamente en el capítulo titulado Los "mejoradores" de la humanidad: buscando denunciar con ello los influjos domesticadores que se esconden tras los principios morales: “En todo tiempo se ha querido "mejorar" a los hombres: a esto sobre todo es a lo que ha dado el nombre de moral. Pero bajo la misma palabra se esconden las tendencias más diferentes. Tanto la doma de la bestia hombre como la cría de una determinada especie hombre han sido llamadas "mejoramiento": sólo estos termini zoológicos expresan realidades, realidades de las que el "mejorador" típico (…) nada sabe- nada quiere saber”. NIETZSCHE, Friedrich. Crepúsculo de los ídolos. Alianza Editorial, Madrid, 1973, p. 72.
48 SLOTERDIJK, Peter. Normas para el parque humano, una respuesta a la Carta sobre el humanismo de Heidegger. Ediciones Siruela, Madrid, 2000, p. 35.
49 Sloterdijk hace uso frecuente de conceptos Heideggerianos, no obstante su utilidad nunca responde a un intento por mantenerlos fiel al pensamiento del filosofo de la selva negra. Véase por ejemplo, como rearticula el concepto de Lichtung en Normas para el parque humano o como utiliza la Geworfenheit en Venir al mundo venir al lenguaje, Lecciones de Frankfurt.
50 Sloterdijk en Normas para el parque humano proclama la caducidad del proyecto humanista, buscando replantear con ello la discusión en torno al modo de vida llevado hasta nuestros días: “¿qué amansará al ser humano, si fracasa el humanismo como escuela de domesticación del hombre? ¿Qué amansará al ser humano, si hasta ahora sus esfuerzos para autodomesticarse a lo único que en realidad y sobre todo le han llevado es a la conquista del poder sobre todo lo existente? ¿Qué amansará al ser humano, si, después de todos los experimentos que se han hecho con la educación del género humano, sigue siendo incierto a quién o a qué educa para qué el educador? ¿O es que la pregunta por el cuidado y el modelado del hombre ya no se puede plantear de manera competente en el marco de unas simples teorías de la domesticación y de la educación?” SLOTERDIJK, Peter. Normas para el parque humano, una respuesta a la Carta sobre el humanismo de Heidegger. Ediciones Siruela, Madrid. 2000, p. 52.
51 Por primera vez, pues Sloterdijk logra su cometido con su discurso posterior (discurso del castillo de Babiera).
52 En el contexto continental en el que se enmarca el autor, Europa, la crisis ocurre principalmente luego al Tratado de Maastricht (o Tratado de la Unión Europea) realizado un año antes a la publicación del texto En el mismo Barco, específicamente el 7 de febrero de 1992, y que Sloterdijk lo menciona en más de una oportunidad. Este tratado lleva como uno de sus principales resultados la impulsión del Euro como moneda única continental, decisión considerada como una de las principales responsables de la caída económica de varios países de la unión europea. Según el filosofo español Valerio Rocco Lozano esto ocurre en los países peyorativamente llamados “PIGS”, expresión que agrupa a los países pertenecientes a la Unión Europea identificados como poco sustentables desde el punto de vista económico. “Es interesante notar que el acrónimo es usado al menos desde los años ’90, pero que su uso ha aumentado notablemente, sobre todo en ámbitos financieros anglosajones, después de 2008, para indicar la fragilidad de las economías de estos cuatro países”. ROCCO Lozano Valerio. “Las ideas vivas: La crisis del Estado y el papel social de la Universidad”. En Paralaje Revista de Filosofía, N° 7. Instituto de Filosofía PUCV. Valparaíso, Chile. 2011.
53 SLOTERDIJK, Peter. En el mismo barco, Ensayo sobre la hiperpolítica. Ediciones Siruela, Madrid, 1994. 77.


Revista Observaciones Filosóficas - Nº 13 / 2011



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